Intimidad de lo común; Octubre en Paraíso Club


La luz de sala es pareja en todo el espacio y los espectadores se disponen en redondo en un galpón donde tiene lugar la obra. En el centro varios cuerpos, vestidos con lo mínimo de ropa interior o apenas alguna remera pero desnudos, se dejan masajear o se auto-masajean tendidos en unas colchonetas al son de una música con influencias orientales, que es producida en vivo desde una note-book y un teclado. Un detalle no menor es que se trata de cuerpos que no siempre responden a lo hegemónico, a la normativización en la piel blanca, delgada y trabajada. 


Así, lo que parece comenzar como una suerte de sesión de masajes o movimientos de yoga o taichi, luego comienza a contonearse al son de la música. Los movimientos que realizan los intérpretes se mueven a medio camino entre la danza espontánea, la catarsis, el éxtasis báquico, la lucha libre y la erótica sexual; por puro juego, esto es sin finalidad alguna de realizar una actividad ligada a la producción utilitaria o de representar nada o de que se trate de movimientos orgánicos de una danza estructurada. 
Y también esos cuerpos entran en contacto en determinados momentos con el cuerpo de ciertos espectadores, tendiéndose relajados sobre o cerca de ellos, o incluso manipulando suavemente sus cuerpos para propiciarles relax. 


En tiempos donde la política de la época produce cuerpos quietos pero solitarios, capturados en las pantallas, cuerpos productivos, bellos y exitosos, cuerpos deprimidos o ansiosos; Intimidad de lo común de Silvio Lang es una performance que rechaza el texto-centrismo y que privilegia el entre, es decir, la experiencia que se produce en presencia de los cuerpos y entre los cuerpos de los performers y de los espectadores. Intimidad de lo común es una caricia visual, sonora y táctil que se despliega sobre el cuerpo de los espectadores, una oda al ocio y a la libertad, un paisaje colectivo donde es posible encontrar poesía en la carne transpirar, respirar, palpitar e incluso reposar. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

De lo sublime a lo ridículo, no hay más que un sólo paso:

Awante Warnes:

Reseña Literaria: "El desapego es una manera de querernos" (Selva Almada)