Reseña Literaria: "El desapego es una manera de querernos" (Selva Almada)
El
desapego es una manera de querernos
Selva
Almada, Literatura Random House, Buenos Aires, 2015, 304p.
El último libro de la escritora argentina Selva
Almada, reconocida cronista y novelista, compila una serie de relatos que ya
han tenido publicación en diversas revistas y antologías, pero que han tenido
muy poca circulación en nuestro país.
El libro abre con “Niños” y “Chicas lindas”, que son
sus relatos más autobiográficos donde evoca y ficcionaliza su infancia en Entre
Ríos.
Le sigue el apartado “En familia”, donde en torno
del suicidio de Denis, Almada despliega las consecuencias de ese acto desde la
mirada caleidoscópica de los diferentes integrantes de la familia. Estos textos
se componen de retazos y fragmentos que, cual si fuesen cuadros fotográficos, dejan
ver las esquirlas y heridas que deja resonando, en cada miembro de la familia,
el estallido del acto trágico y enigmático de Denis.
En “Intemec”, también la muerte se anuncia desde el
comienzo en el accidente fatal del empleado chaqueño, reverso de la compañía de
electricidad que llegó al pueblo cargada de promesas de progreso y bienestar, y
que pondrá en jaque la vida matrimonial del protagonista.
En el apartado “Relatos dispersos” se agrupan textos
más breves. Entre ellos se destaca “El incendio”, donde la apatía de Seda y el
odio de Ayala, condensan de alguna manera el espíritu de todo el libro. Se
trata de personajes siempre marcados por una tragedia que afecta a sus cuerpos
con diversas pasiones.
Mediante un estilo minimalista y aparentemente despojado
de artificios líricos, Almada nos muestra que sabe hacer con los ritmos: que
maneja magistralmente los paisajes del campo con su calor húmedo y pegajoso,
con sus pausas de siesta y humo de cigarrillo, y esa
característica parsimonia de provincia, para dejar entrever agazapada
entrelineas esa voz que da cuenta del vacío constitutivo sobre el cual se
soporta la estructura familiar. De ahí que sus criaturas de lenguaje nos
transmitan que no hay otro modo de lazo que no sea conflictivo, contradictorio
y sintomático: “Somos desapegados, pero en el fondo nos queremos.”, “A veces
los rencores, atan más que el amor.”
En este libro, Selva Almada se revela como una
narradora exquisita que pone en primer plano a la familia como sede de las
pasiones.
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